jueves, 19 de junio de 2008

Estudiantes virtuales


Debido a mi trabajo, en una institución donde se dictan clases y diplomaturas a través de espacios virtuales, tuve la oportunidad de conversar con un docente que hace unos años que es docente en esta modalidad y unos trienta años que es docente en la modalidad presencial. La conversación surge en la preparación de una fotoentrevista para el campus virtual de la institución, con el objetivo de entretener al docente mientras le sacabamos 300 fotos. Simplemente le pregunte que sensación tenía como docente y la pregunta fundamental era si se podía suplir el contacto cara a cara de la clase presencial con el espacio virtual.

El docente expresó que si bien él sentía que no conocía a sus estudiantes a trevés de la red y que eso no era posible con las herramintas que hoy se ofrecían, pero que no dudaba que los avances tecnológicos iban a permitir la posibilidad de dar clases a través de la web y que en el mismo momento en que él imparta clases en presencial puedan estar otros alumnos a través de la web.
Además se presentó sumamente entusiasmado con las posibilidades de poder dar clases desde su casa y que los estudiantes puedan estar en casi cualquier lugar.
Además le pregunté si el pude asegurar que el aprendizaje es igual, mejor o peor que el que se imparte en presencial y allí la respuesta fue determinante, él docente aseguró que se aprende mejor en de modo presencial... y aseguro que esto se debía a que el docente puede adaptar las clases a sus estudiantes y así asegurar el aprendizaje.
Lamento no haber encendido el grabador cuando le hacía estas preguntas, ya que hubiese sido más rico y con mayores posibilidades de análisis, pero dos cosas me pregunte mientras el docente hablaba y hoy que escribo esa experiencia, por un lado el entusiasmo que generan las tecnologías frente a la educación y las posibilidades que se le esperan y por otro lado la dificultad que se presenta en el núcleo enseñanza - aprendizaje cuando ambos actores de la relación no se encuentran en el mismo espacio- tiempo y quedan afuera las conecciones afectivas y de comunicación.